Justamente porque el arte me ha reconfortado, he rechazado siempre la vulgar estridencia y la irrupción irrespetuosa de lo privado en lo público. Saber que no estamos solos en el mundo y que no debemos mortificar al prójimo con la satisfacción incontrolada de nuestros deseos y preferencias es un principio elemental de convivencia.
Ernesto Garzón Valdés.
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