martes, 30 de noviembre de 2010

Jamás doctrina alguna -servida por aquellos que le rebajan y le vuelven finita, por sujetos de renombre y funcionarios asalariados- ha cambiado la faz de la tierra, empresa tan imposible como hacer volar una cometa atándole piedras que le rebajen.
Soren Kierkegaard
Juzga por tí mismo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

‎"Decir estupideces es un derecho humano".


Arthur Schopenhauer.

Dialéctica erística.
Todos tenemos algún grado de estupidez propia y momentos en que esa parte de nosotros se sublima. La diferencia está en la magnitud de ese grado y en la frecuencia e intensidad de tales momentos.

Mientras la palabrería es propia del necio, la escucha lo es del sabio.

La razón poderosa no requiere ni muchas palabras ni demasiados decibeles.

Cuando las ideas carecen de fuerza se suele vociferar, así cuando está ausente la fuerza de la razón, se busca persuadir o imponer con la fuerza de la voz.

No siempre lo ingenioso va de la mano con lo sensato.

Hay quienes son insensibles a toda suerte de ironía.

Pocas cosas más absurdas que esta recurrente pretensión humana de tener invariablemente la razón.

La vida es muy bella, sólo hay que saber encontrar la belleza del mundo, oculta entre tanta fealdad.

Presunción, vanagloria y mendacidad, todo en alta voz, aniquilan cualquier conversación.

Hay enanos intelectuales y morales que suelen trepar a la cabeza de los demás para aparentar mayor estatura.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Comprender es encontrar lo común en lo diferente. Y en la reducción de lo compartido está justamente el placer de comprender.
Jorge Wagensberg
Las raíces triviales de lo fundamental.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Al fin y al cabo ¿cuál es la diferencia entre un racionalista ilustrado que ve lo que es justo, y lo defiende con pasión, y un emotivista ilustrado que elige lo que en su opinión es justo, y lo defiende con pasión?
Paolo Comanducci.
La irrelevancia moral de la diversidad cultural.
Publicado en Doxa N° 30, 2007.

lunes, 5 de julio de 2010

[...] Cometemos un error muy común cuando creemos ignorar algo porque somos incapaces de definirlo. Si estuviéramos de un humor chestertoniano (creo que uno de los mejores humores en que sentirse), diríamos que sólo podemos definir algo cuando no sabemos nada de ello.

Por ejemplo, si tengo que definir la poesía y no las tengo todas conmigo, si no me siento demasiado seguro, digo algo como:« poesía es la expresión de la belleza por medio de palabras artísticamente entretejidas». Esta definición podría valer para un diccionario o para un libro de texto, pero a nosotros nos parece poco convincente. Hay algo mucho más importante: algo que nos animaría no sólo a seguir ensayando la poesía, sino a disfrutarla y a sentir que lo sabemos todo sobre ellas.
Esto significa que sabemos qué es la poesía. Lo sabemos también que no podemos definirla con otras palabras, como somos incapaces de definir el sabor del café, el color rojo o amarillo o el significado de la ira, el amor, el odio, el amanecer, el atardecer o el amor por nuestro país. Estas cosas están tan arraigadas en nosotros que sólo pueden ser expresadas por esos símbolos comunes que compartimos. ¿ Y por qué habríamos de necesitar más palabras?
Puede que no estén ustedes de acuerdo con los ejemplos que he elegido. Quizá mañana se me ocurran ejemplos mejores, quizá piensen que debería haber citado otros versos. Pero, ya que pueden elegir sus propios ejemplos, no tienen que preocuparse demasiado por Homero, los poetas anglosajones o Rossetti. Porque todo el mundo sabe donde encontrar la poesía. Y cuando aparece, uno siente el roce de la poesía, ese especial estremecimiento.
Jorge Luis Borges.
El enigma de la poesía. Arte poética.

jueves, 1 de julio de 2010

La verdad es que no tengo ninguna revelación que ofrecer. He pasado la vida leyendo, analizando, escribiendo (o intentándolo) y disfrutando. He descubierto que esto último es lo más importante. Embebido en la poesía, he llegado a una conclusión final sobre el asunto. Es verdad que, cada vez que me he enfrentado a la página en blanco, he sabido que debía volver a descubrir la literatura por mí mismo. Pero nada me vale el pasado. Así que, como he dicho, sólo puedo ofrecerles mis perplejidades. Tengo cerca de setenta años. He dedicado la mayor parte de mi vida a la literatura, y sólo puedo ofrecerles dudas.
El gran escritor y soñador inglés Thomas de Quincey escribió -en alguna de las miles de páginas de sus catorce volúmenes- que descubrir un problema nuevo era tan importante como descubrir la solución de uno antiguo. Pero yo ni siquiera puedo ofrecerles esto; sólo puedo ofrecerles perplejidades clásicas.
Jorge Luis Borges.
El enigma de la poesía. Arte poética.

martes, 15 de junio de 2010

En las alturas de la historia por que a la fecha bogamos, resulta demasiado pueril creer que la vida pública puede, en última instancia, regularse científicamente. Tan pueril como creer que la política ha sido inventada por los políticos, y que suprimiendo a éstos, se suprime a aquélla. La verdad es, por el contrario, que la vida pública consiste a la postre en una mecánica de voluntades, en la presión de unas masas de opinión sobre otras masas de opinión. Esto ha sido siempre, y esto seguirá siendo cada vez más [...] El pero arreglo nos parece éste de sustituir a los políticos por técnicos. No: lo que hace falta en la gobernación no son técnicos, sino políticos competentes.
José Ortega y Gasset
Políticos y Técnicos (1920),

lunes, 31 de mayo de 2010

Esa seda que rebaja
tus procederes cristianos
obra fue de los gusanos
que labraron tu mortaja.
También en la región baja
la tuya han de devorar.
¿De qué te puedes jactar,
ni en qué tus glorias consisten
si unos gusanos te visten
y otros te han de desnudar?


Pedro Calderón de la Barca
La vida es sueño
Llenate de ambición, ten el empeño;
ten la más loca, la más alta mira;
no temas ser espíritu, ser sueño,
ser ilusión, ser ángel, ser mentira.
La verdad es un molde, es un diseño
que rellena mejor quien más delira…
¿que la ciencia es brutal y que no sueña?
¡eso lo afirma el asno que la enseña!
Pedro Palacios (Almafuerte)
Sin tregua.

miércoles, 12 de mayo de 2010

La susceptibilidad está a flor de piel. Es tan fácil ofender al mexicano. Basta con rozarle la ropa; darle un pequeño empujón, involuntario desde luego, en el tumulto del autobús; quedarse viendo por un segundo a la esposa, así sea para constatar su fealdad, porque dos segundos ya no se resistirían; saludarlo con la cara seria, simplemente porque uno trae dolor de muelas. Al mexicano no hay que lastimarlo ni con el pétalo de una rosa.

Porque se siente. Sentirse es un verbo reflexivo que conjugamos todo el día, y que no es fácil hallarle explicación filológica, por la sencilla razón de que “sentirse” es verbo que registra más el alma mexicana que la gramática española. Estar sentido con alguien es lo mismo que estar dolido, triste, enojado por algún desaire que nos hicieron. Muchas veces real y, muchas más, aparente.

La imaginación del mexicano trabaja horas extras viendo moros con tranchete, donde no hay moros ni tranchetes. En fuerza de su natural susceptible cree advertir aquí una mala cara, allá una mala voluntad, siempre en espera de lo peor, temeroso a cada paso de la emboscada, con lo que él mismo se abre una fuente de sufrimientos y pequeños odios más o menos gratuitos.

J.A. Peñalosa
El mexicano y los siete pecados capitales.
Rara vez tenemos la revelación de nosotros mismos y, consiguiente, rara vez Dios es para nosotros Presencia. Absorbidos por el viaje, siervos de la circunstancia, olvidamos el Origen, el Término y el sujeto mismo de la carrera anhelante.

Nuestra libertad no eludirá el encuentro final. Se ejercita en el camino; pero la meta es necesaria. Siendo un destino eterno y una radical disyuntiva –felicidad o dolor sin término, cumplimiento o frustración, paz perfecta en la luz de Dios o desesperación sin consuelo-; siendo Dios, el Padre Omnipotente y Misericordioso, no sólo accesible, sino ansioso de comunicación con nosotros, debiera nuestra vida ser un diálogo incesante con Él, para preparación y seguridad del abrazo sin fin. El niño que viaja con su padre no cesa de pedirle anticipaciones de la llegada, aspira a ella con impaciencia, vive exaltadamente su aventura, ávido de la estancia inminente y urgido de abreviar el tránsito. Nosotros somos malos viajeros del viaje irreversible, nada preguntamos al Padre que no deja de estar a nuestro lado; ni siquiera tenemos presente que en cada paso se abre una decisiva bifurcación y que un día incierto e indefectible nos daremos cuenta de que hemos llegado, al estrellarnos contra la eternidad; porque el camino se cortó a pico al desembocar en el abismo y nos despeñamos en él sin entenderlo ni esperarlo.

Necesitamos, aun cuando sólo sea de tarde en tarde, anudar el diálogo, rectificar la posición, vivir la Presencia inefable. No se trata de un ejercicio apologético, sino de una grave, entrañable experiencia personal; no del conocimiento de realidades exteriores, vistas a distancia, sino de la inmersión total, de la aprehensión inextricable de la verdad de Dios, de la gracia y el amor de Dios, por las más centrales exigencias de nuestro ser y para los más esenciales fines de nuestra naturaleza y nuestra vocación.
Pero estas cosas son para ser tratadas a solas. Dios y yo somos los únicos interlocutores en la confrontación decisiva. Deben callar todas las otras voces, apagarse las pequeñas luces terrestres, borrarse todo lo que no sea yo mismo, mi yo substancial, permanente, irreductible. Yo solo, desnudo, intensamente absorto en tu Presencia. Yo en silencio para todo, menos para Ti; sordo a todo, menos a tu voz, Señor.

Pero todo diálogo es una colaboración, y cuando Tú hablas, una labor ardua es indispensable aun para saber oírte. Debo abrirte el camino en la selva hasta mi conciencia más recóndita, hasta el centro de mí. Debo también atreverme a subir por tus caminos, en la solemne ascensión que ahora no me llevará sino a parajes desde donde pueda verte y oírte desde lejos; pero que estarán ya infinitamente más cerca de Ti que mi escenario de todos los días. Debo ser penetrantemente activo. Sepa, Señor, callar y esforzarme para hablar contigo de mí.


La Creación es un acto individual. Dios no fabrica en serie. Toda su omnipotencia gravita como sobre un punto para arrancar de la nada cada nuevo ser. Entre las infinitas posibilidades de ser que había en la mente de Dios antes de que yo fuera, me escogió a mí, especialmente, individualmente, personalmente. Soy un predilecto.

Soy porque Dios quiso que fuera y quiere que sea. Esa es mi causa única, mi título de existencia, la carta-magna de mis derechos frente a los demás hombres, en la sociedad y frente a ella, la ley fundamental de mi conducta moral. Todo lo demás, mis padres mismos, me prepararon, me recibieron, me ampararon; pero no me crearon. Todo se lo debo a Dios. Y si vivo porque Dios quiere, es voluntad de Dios que se cumpla la voluntad de Dios en mí y que todos los hombres y todas las cosas respeten la voluntad y la obra de Dios en mí, sirvan al designio de Dios sobre mí, concurran al cumplimiento de mi fin.
Mi dependencia de Dios y mi incoercible vocación hacia Dios son los términos fundamentales, indestructibles, de la trayectoria de mi vida. Dios y yo, la única vinculación fundamental, el hecho esencial de mi destino.

Si el Señor me dio naturaleza espiritual, es decir, indestructible, me creó para la eternidad. La vida, mi vida, es un tránsito. Mi fin es eterno. Voy a Él ineluctablemente: o por el camino escogido libremente y que desemboca en la visión beatífica, en el goce feliz, perfecto, interminable de Dios o por el camino de la fuerza, de la rebeldía y de la locura que termina en la sombra y en la desesperación sin remedio.

No acaba de convencerse el hombre moderno de la realidad actual, humana y accesible, de Nuestro Señor Jesucristo. No sabemos comunicarnos con Él, tratarlo. No lo vivimos como un amigo presente que, además, es nuestro Creador y nuestro Redentor. Con razón Romano Guardini subraya, para esta generación nuestra, que la vida del cristiano, más que una doctrina y más que una moral, ambas necesarias, es una participación directa, positiva, en la vida de Cristo.

Somos tan torpes que aun desfiguramos los sacramentos y nos privamos de su mejor riqueza –destinada, sin embargo, a nosotros- al entenderlos como algo entre Cristo y nosotros, no en el sentido de la puerta que facilita el encuentro y el abrazo, sino del instrumento, la representación o la delegación entre quien recibe la gracia y quien la da. Por esto es rutinaria, mezquina, estéril nuestra fe en la Eucaristía, que debiera tenernos constantemente encendidos de jubilación, de anonadamiento y de amor. Por eso no son nuestras comuniones, delirantes y vertiginosas anticipaciones de la bienaventuranza.

Efraín González Luna.
Intimidad Espiritual.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El hombre, en efecto, puede moverse intelectualmente con preferencia en la riqueza «insondable» de la cosa. Ve en sus notas algo así como su riqueza en erupción. Está inseguro de todo y de todas las cosas. No sabe si llegará a alguna parte, ni le inquieta demasiado lo exiguo de la claridad y de la seguridad que pueda encontrar en su marcha. Lo que le interesa es agitar la realidad, poner de manifiesto y desenterrar sus riquezas; concebirlas y clasificarlas con precisión. Es un tipo de intelección perfectamente definido: la intelección como aventura. Otras veces, moviéndose a tientas y como en la luz crepuscular, la imprescindible para no tropezar y no desorientarse en sus movimientos, el hombre busca en las cosas seguridades a que asirse intelectualmente con firmeza. Es posible que, al proceder así, deje de lado grandes riquezas de las cosas, pero es a cambio de lograr lo seguro de ellas. Corre tras lo firme como «lo verdadero»; lo demás, por rico que sea, no pasa de ser para él simulacro de realidad y de verdad, lo «vero-símil». Es la intelección como logro de lo razonable. Otras veces, en fin, recorta con precisión el ámbito y la figura de sus movimientos intelectuales en la realidad. Busca la clara constatación de su realidad, el perfil aristado de lo que efectivamente es. En principio, nada queda excluido de esta pretensión; pero aunque fuera necesario llevar a cabo dolorosas amputaciones, las acepta; prefiere que quede fuera de lo inteligido todo aquello a que no alcance el propósito de claridad. Es la intelección como ciencia, en el sentido más amplio del vocablo. Toda intelección verdadera tiene algo de aventura, algo de razonable y algo de ciencia, porque patentización, seguridad y constatación son tres dimensiones constitutivas de la verdad real, y a fuer de tal son irrenunciables. Pero el predominio de algunas de estas cualidades sobre las demás en el desarrollo de la intelección matiza la actitud intelectual.


Xavier Zubiri
Sobre la esencia.
El hombre es el único ser que para ser plenamente real tiene que dar el rodeo «esencial» de la irrealidad.

Xavier Zubiri
Sobre la esencia.

lunes, 8 de febrero de 2010

La realidad es lo que es, y en eso que es se agota toda su realidad, por limitada, fragmentaria e insuficiente que sea.
Xavier Zubiri
Sobre la esencia.

jueves, 4 de febrero de 2010

La crisis de los partidos políticos tradicionales (en Venezuela y Bolivia) genera la situación en que la cultura política poco proclive a la democracia se apodera de las instituciones y las reestructura conforme a su propio modelo de sistema político. Este se sigue llamando democracia, pero de hecho se trata ya de un autoritarismo plebiscitario pleno de la cultura política populista, autoritaria, caudillista ampliamente difundida en la historia política de la región.
Dieter Nohlen
Sobre democracia electoral.

martes, 2 de febrero de 2010

La fuerza del amor no mide las posibilidades, ignora las fronteras. El amor no discierne, no reflexiona, no conoce razones. El amor no se resigna ante la imposibilidad, no se intimida ante ninguna dificultad.
San Pedro Crisólogo
Sermón 147.
Vivimos en un mundo que es un cementerio de ilusiones transmutadas en desilusiones.


Giovanni Sartori
La Política.
En nombre del arte se redime con demasiada frecuencia la ignorancia y se alienta la incompetencia. Los grandes "artistas" de la política contempránea son cada vez más personajes que ignoran olímpicamente la relación entre los fines propuestos y los medios disponibles. Por cierto, cuanto mayor es esa ignorancia, tanto más fácil resulta querer (y prometer) todo y rápido. Será éste, así, el arte del éxito; pero no el arte político que necesitamos.
Giovanni Sartori
La Política.
La ideología es una deformación impremeditada de la verdad.


Giovanni Sartori
La Política.

jueves, 28 de enero de 2010

El público de la televisión es, desde todo punto de vista, un público que desconoce la información y que está mal informado [...] La televisión sí llega a un público numeroso, pero sus imágenes visuales, la forma en que presenta las noticias, proporciona la apariencia, no la esencia de la información. A más gente se le da menos, y más superficialmente.
Giovanni Sartori
Ingeniería constitucional comparada.
Hay una especie de hombres cuyos rostros son semejantes a la espuma sobre la superficie de un agua estancada, que se mantienen en un mutismo obstinado, con objeto de darse una reputación de sabiduría, de gravedad y profundidad [...] Sé de esos que solo deben su reputación de sabios a que no dicen nada, y que, si hablaran, inducirían, estoy muy cierto, a la condenación a aquellos de sus oyentes que se inclinan a tratar a sus hermanos de locos. Te diré más sobre el asunto en otra ocasión; pero no vayas a pescar con el anzuelo de la melancolía ese agobio de los tontos, la reputación.
William Shakespeare
(Graciano)
El mercader de Venecia.

miércoles, 27 de enero de 2010

La perpetuación y repetición de un error no lo hace menos erróneo.
Giovanni Sartori
La política.
Me dicen que existe una generación digital de hackers que, no habiendo leído un libro en su vida, ahora con el libro electrónico se han acercado y saboreado por primera vez el Quijote. Tanto mejor para su mente y tanto peor para su vista [...] La literatura, ante todo, mantiene en ejercicio a la lengua como patrimonio colectivo.
Umberto Eco
Sobre literatura.
La transformación de la música en ruido es un proceso planetario, mediante el cual la humanidad entra en la fase histórica de la fealdad total...La omnipresencia de la fealdad visual llegará pronto.
Milan Kundera
La insoportable levedad del ser.
Aquel que quiere permanentemente "llegar más alto" tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo.
Milan Kundera
La insoportable levedad del ser.
La actividad económica es una forma como se plasma el dominio libre del ser humano sobre los bienes que le rodean, relaciona a los hombres entre sí respecto de los bienes[...]La racionalidad humana trata de controlar las fuerzas económicas estableciendo constantes en el uso de los bienes (técnicas) y en las relaciones de los hombres entre sí respecto de los bienes.
Miguel Villoro Toranzo
Las relaciones jurídicas.
No hay derecho que pueda funcionar sin sistema político. En efecto, es en el plano político donde tienen que ganarse las decisiones que afectan al bien común de la sociedad. El Derecho legitima, a su vez, esas decisiones políticas.
Miguel Villoro Toranzo
Las relaciones jurídicas.
La pasión termina por crear su propio objeto.


Gerard de Nerval
Sylvie.
Es necesario meditar antes, y muchas veces, sobre el arte de morir, para después conseguir hacerlo bien una sola vez.
Umberto Eco
La isla del día de antes.
La vejez tiene que ser la suprema soledad, salvo que la suprema soledad es la muerte.
Jorge Luis Borges
Siete Noches.
Un escritor, o todo hombre, debe pensar que cuanto le ocurre es un instrumento; todas las cosas le han sido dadas para un fin y esto tiene que ser más fuerte en el caso de un artista. Todo lo que le pasa, incluso las humillaciones, los bochornos, las desventuras, todo eso le ha sido dado como arcilla, como material para su arte; tiene que aprovecharlo.
Jorge Luis Borges
Siete Noches.
¿Quién vive más consigo mismo? ¿Quién puede explorarse más? ¿Quién puede conocerse más a sí mismo? Según la sentencia socrática, ¿Quién puede conocerse más que un ciego?
Jorge Luis Borges
Siete Noches.
Tengo para mí que la belleza es una sensación física, algo que sentimos con todo el cuerpo. No es el resultado de un juicio, no llegamos a ella por medio de reglas; sentimos la belleza o no la sentimos.
Jorge Luis Borges
Siete Noches.
Las personas buenas no son, de ninguna manera, la cura para el mal gobierno, porque las virtudes privadas y las públicas no son del mismo orden.


Giovanni Sartori
Ingeniería constitucional comparada.
El gobierno ineficiente es la mejor defensa contra el mal gobierno: cuanto menos eficaz sea menor será el daño.
Giovanni Sartori
Ingeniería constitucional comparada.
La justificación central de todo sistema mayoritario es que promueve la gobernabilidad al contener y reducir la fragmentación de los partidos[...]La representación proporcional conlleva y destaca un interés principal: la asignación equitativa de escaños "en proporción" a los votos[...] No es posible construir un sistema representativo que a la vez cumpla completamente la función de funcionar y representar.
Giovanni Sartori
Ingeniería constitucional comparada.
La irrealidad y las mentiras de la literatura son también un precioso vehículo para el conocimiento de verdades profundas de la realidad humana.
Mario Vargas Llosa
La verdad de las mentiras.
La literatura no dice nada a los seres humanos satisfechos con su suerte, a quienes colma la vida tal como la viven.
Mario Vargas Llosa
La verdad de las mentiras.
La diferencia entre la novela y la filosofía nace de que la novela es una producción de la sensibilidad, sumerge en una mezcla de deseos los códigos de los signos arbitrariamente construidos y, en el momento en que este sistema se disuelve y se transforma en células, aparece la vida. Entonces se asiste a la gestación y al nacimiento, lo cual es aún más interesante que los juegos del espíritu, pero al igual que la vida, no responde a ninguna finalidad.
Gao Xingjian
La montaña del alma.
No tener una meta es también una meta, y el hecho de buscar es también un objetivo, cualquiera que sea el objeto de la búsqueda. Y la vida misma no tiene, en principio, ninguna finalidad, basta con seguir adelante, eso es todo.
Gao Xingjian
La montaña del alma.
El hombre no grita más que cuando no comprende, el que ha gritado no ha comprendido nada. El hombre es un ser difícil que se crea sus propios tormentos.
Gao Xingjian
La montaña del alma.
Hay verdades tan intolerables en la vida que justifican las mentiras. Es decir, las ficciones, es decir, la literatura.

Mario Vargas Llosa
La verdad de las mentiras.
En una sociedad cerrada el pasado es, tarde o temprano, objeto de una manipulación encaminada a justificar el presente.


Mario Vargas Llosa
La verdad de las mentiras.

martes, 26 de enero de 2010

Si bien es verdad que la corrupción se autoalimenta y reproduce por sí misma, también lo es que un exceso de glotonería o de actividad reproductora es, por definición, suicida para la corrupción. Así como no pueden existir mentirosos sin un entorno de personas veraces o gorrones en un entorno social donde todos lo son, una sociedad en la que todos son corruptos es una contradicción in terminis.
Ernesto Garzón Valdés
Calamidades. La Corrupción.

lunes, 25 de enero de 2010

La mala intención de la gente parece más tranquilizadora que aterradora: es bueno saber esa verdad inconmovible de que el hombre es capaz de todo tipo de maldades. En eso no hay sorpresas.
Sándor Márai
Diarios 1984-1989.
La deformidad humana no tiene límites.

Sándor Márai
Diarios 1984-1989.
He escrito lo que quise escribir, más o menos. Ahora, medio ciego, tambaleándome, pero sin mayor protesta, sólo espero el final.
Sándor Márai
Diarios 1984-1989.
Con frecuencia pedimos al cielo recursos que residen en nosotros mismos.


Shakespeare
(Elena)
A buen fin no hay mal principio.
Concédaseme la gracia de morir cuando se haya extinguido el aceite de mi lámpara, antes que servir de pabilo a los flamantes ingenios mozos cuya fatuidad desdeña todo lo que no es nuevo, cuyo entendimiento no se muestra sino en la elección del vestido y cuya constancia expira antes que la moda.
Shakespeare
(Rey)
A buen fin no hay mal principio.
Toda sociedad tiene un tótem intocable, y cada cual se esculpe los ídolos que puede.


Ikram Antaki
Manual del ciudadano contemporáneo
El debate público se ha vuelto indigente; la razón de tal pobreza es, paradójicamente, la mayor conquista de la modernidad, esto es: la democratización de la información. Sabemos más, pero nuestro saber no es más confiable[...]Es una ironía de la historia que el mayor logro de la historia que el mayor logro de la república, la enseñanza para todos, sea también la vuelta ineludible hacia un menor nivel de pensamiento. Como es una ironía de la historia, que uno de los mayores logros de la modernidad, la democratización de la información, sea a la vez el punto de su banalización.
Ikram Antaki
Manual del ciudadano contemporáneo.

viernes, 22 de enero de 2010

Quienes sostienen, con razón, que una de las características fundamentales de la democracia es la tolerancia y, al mismo tiempo, afirman, erróneamente, que sólo se puede ser tolerante si se es relativista moral tienen también que inferir, erróneamente, que la democracia y los derechos humanos no pueden pretender vigencia universal. Ésta es una grave «confusión derivada» que enfrenta a quienes la sustentan con el falso dilema de o ser tolerante (democrático) y entonces no poder formular una defensa mínimamente objetiva de la democracia, o pretender justificar y entonces tener que abrazar la intolerancia.
Ernesto Garzón Valdés.
Calamidades.
La pretendida relevancia moral de la diversidad cultural