sábado, 19 de abril de 2008

[...] Se afeitó, sin ceremonia, con máquina eléctrica, se duchó; reinó brevemente en el trono del cuarto de baño, y allí las vísceras inferiores le respondieron con absoluta perfección, cosa que en este mundo sólo consiguen algunos seres superiores que carecen de traumas.


Manuel Vicent
El nieto de Ulises.

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