• El juez que exige pruebas diabólicas únicamente muestra su incapacidad para construir discursos racionales serios o bien, su descarado cinismo.
• El formalismo jurídico es el summum ius summa iniura, el exceso de derecho tornado en antiderecho. Una variante de la imbecilidad humana.
• La prudencia, no la habilidad para aplicar mecánicamente ciertos dogmas pseudocientíficos, es la virtud por excelencia del juez.
• Las facultades de derecho a menudo producen deformaciones intelectuales de muy difícil y lenta cura. En ocasiones no hay remedio
• El formalismo jurídico sigue ganando batallas, por desgracia.
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